7.6.10

Si no estas a mi lado

Te soñé Muerto, te caigas de las nubes y sin despedirte viajabas débil por el murmullo de la gente, la misma que comentaba tu muerte. Te soñé y no podía despertar. Pensando que te ibas sin mi... Delirando mientras veía tus ojos cerrados, se acababa la poesía en tu rostro y dejabas en tus venas las letras sueltas... Corría tras tu sangre, esperando recolectar los glóbulos de cuestionamientos que se colaban en tu ceniza cristalina... Ahora que despierto, me inunda tu risa y el recuerdo que nos separa, me ahoga en los rincones más tardíos para describir tu nombre... Y no logro pronunciarlo, si no estás a mi lado.
Sinestesia

A punto

A punto de rociar tu rostro con sangre cristalina; la sal que sale de mis ojos… A punto de cortar tu lengua con los sonidos agudos de la risa emblemática y sarcástica que pronuncia el alma que se eleva del dedo índice que señala la sutura de tu muñeca izquierda. Tu piel quemada por el bisturí que quiso coser, y tus pupilas dilatas por reconocer el fruto que nace en ti; el secreto que ocultas bajo tu pecho, enredado entre tus costillas, regocijando y creciendo... La madeja estalla. Tus pulmones respiran fuera de ti, el corazón late en el piso, afligido. La faringe decapitada y las amígdalas adornando el sillón cómodo de tus piernas…
Sinestesia