11.10.09

Compartiendo

Compartí un beso fiel con la infidelidad que susurró mi oído,
Me tomó por sorpresa atravesar tu alma tan rápido,
Y aquella sensación, queriendo burlar los sentimientos,
Fuimos cómplices de la arena del deseo,
El problema del ser apasionado,
Es tener nuestros nombres,
Es guiarse por el mapa de la terquedad.
Y sin querer atentar con la soledad,
Buscamos nuestros labios,
A tientas por el mar ciego,
Y entrelazamos la mirada de dos niños enamorados,
Atravesando los sueños y la barrera de lo cotidiano.
Siendo seres nuevos,
Reencarnando como demonios alados,
Reencarnando en el hambre de los dos.
Avísame si te pierdes mientras buscas ignorarme,
Avísame si encuentras al corazón fosforescente mientras estas en mi interior,
Como un tierno duende que se apodera de mí,
Como solo tú lo sabes hacer.


Sinestesia

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