Extrañar el hogar cuando te sientes distante; sentarse en el filo de la Luna construyendo con alfileres un cuerpo... Dejar un asteroide en medio de ellos... Una persecusion abstracta que se limita a tu cama. Las sabanas blancas y la ventana en el piso que se aferra a la raíz. Un abrazo a tiempo atentando a la soledad justificando la sangre que rocía la semilla para germinar la rosa que cae... Aplicar la constancia para verla crecer, rezar para tener fe y sonreír para vivir.
Sinestesia
Al leer esta entrada, no pude evitar recordar la historia del Principito, mi libro favorito.
ResponderEliminarAdrian